Actualmente nos encontramos en una época en la que confundirse respecto a lo que se quiere y al verdadero propósito de la vida es muy fácil.


LA IMPORTANCIA DE LAS TRANSICIONES PARA LA CONEXIÓN CON EL SENTIDO.

La libertad de hoy en día es angustiante, en la medida en que podemos ser y hacer muchas cosas, y por eso cada vez es más complejo elegir. Constantemente se nos venden ideas y prototipos que al seguirlos supuestamente nos van a garantizar la felicidad, pero que una vez vamos cumpliendo, siguen sin llenarnos la sensación de vacío.

Nuestra principal necesidad y motivación

Expresiones como “no me encuentro”, “no sé qué quiero”  “no sé quien soy” “me falta algo”, “siento que no encajo”, demuestran que independientemente de las listas de chequeo que nos preocupemos por llenar a diario, nuestra principal necesidad y motivación como seres humanos, es encontrar nuestra razón de ser en el mundo, nuestro “para qué” en la vida, ese propósito por el que nos levantamos todas las mañanas.

¿Cómo definimos el éxito?

El ámbito laboral y profesional es uno en donde más nos confundimos, pues se nos vende el éxito como garante de satisfacción y como el fin último que nos va a proveer el bienestar. Sin embargo, dicho éxito es relacionado socialmente con el reconocimiento, el poder, el dinero y el estatus, haciendo que al final nada sea suficiente, ni los ascensos ni promociones laborales, ni los nuevos cargos, ni los mayores salarios. Convertimos todas estas cosas en metas finales sin encontrar razones que allí nos llenen de sentido.

La creencia en la acumulación de bienes para alcanzar la plenitud permea la educación en el colegio y la universidad, donde constantemente se nos prepara desde edades tempranas para “saber” de tal manera que podamos “trabajar” y se nos enseña a trabajar para poder “tener”, pero muy poco se nos instruye para experimentar con el corazón y la emoción, lo que en nuestra vida es verdaderamente valioso.

¿Qué es lo que estamos buscando?

Es así entonces, como hoy en día, nos encontramos en la búsqueda insaciable de  triunfos como fines en sí mismos y no como una consecuencia de vivir desde el sentido, obteniendo a cambio niños y niñas que sobreviven a cargas escolares que no disfrutan,  profesionales que quisieran haber estudiado otra cosa, jóvenes que han iniciado varias profesiones y no se identifican con ninguna, papás haciendo esfuerzos para pagar formaciones inconclusas, recién egresados que no saben por dónde empezar a ejercer su profesión,  gente que pierde sus empleos por falta de conexión con la empresa o con sus funciones, altos ejecutivos  que padecen de burnout o estrés laboral, trabajadores infelices o estancados que se repiten “no me gusta trabajar” y que no ven en el trabajo una posibilidad de realización personal.

El trabajo conecta nuestros talentos con nuestra vocación

El trabajo es donde finalmente se ven reflejados los años de estudio desde el colegio, es donde se materializan la serie de decisiones que hemos tomado hasta el momento y donde se conectan nuestros talentos, habilidades personales, nuestra vocación, pasión y compromiso, con la posibilidad de dar algo al mundo, dejar huella y trascender. Es a partir del trabajo que podemos desarrollar otras áreas relevantes de la existencia y donde se enfoca gran parte de nuestro proyecto de vida, por lo que es de gran importancia descubrir el valor que en sí mismo nos representa, más allá de lo que nos proporciona.

Para ser dueños de nuestra vida laboral en el presente y en el futuro, es indispensable llevar a cabo una toma de decisiones consciente y orientada desde el sentido de la vida, independientemente de la etapa académica, profesional y laboral en la que nos encontremos. Las transiciones representan momentos precisos para reflexionar desde el propósito personal y para elegir alternativas que permitan que los cambios, sean vistos como oportunidades para encontrar lo que nos mueve internamente. El paso del jardín infantil al colegio, la elección de la carrera, empezar a trabajar y los cambios a los que nos enfrentamos en la vida laboral, son sin duda fuentes significativas para conectarnos con nosotros mismos y encontrarle una razón de ser a cada ciclo.

Las preguntas que puedes hacerte para ayudarte a descubrir el sentido

Si estás en un momento de transición o no sientes conexión con tu vida académica profesional o laboral, plantearte algunas de las siguientes preguntas, podría ayudarte para descubrir tu sentido o reconectarte con él:

  • ¿Qué quiero hacer?
  • ¿Para qué hago lo que hago?
  • ¿Es posible tener un trabajo que me guste?
  • ¿Cómo puedo elegir un trabajo de acuerdo con mis intereses?
  • ¿Cómo quiero impactar mis contextos?
  • ¿Qué hacer para que los temas académicos, laborales y profesionales sean percibidos como una posibilidad de realización personal y no como una obligación, contraria a la vida misma?
  • ¿Para qué invertir casi 20 años en prepararme para dedicarme a algo que no sé que tanto me gusta?
  • ¿Qué propósito tiene dedicar la mayor parte de mi día y mi tiempo a realizar una labor que no me llena?
  • ¿Cómo alinear mi vida con mi trabajo?
  • ¿Cómo encuentro amor al trabajo?
  • ¿A qué me puedo dedicar en la vida?
  • ¿Cómo aguantar en un trabajo que no me gusta?
  • ¿Cómo descubrir mi vocación y lo que me gusta?
  • ¿Cómo cambiar mi perfil profesional?
  • ¿Cómo tomar decisiones personales?
  • ¿Qué hago si no me gusta mi trabajo pero no puedo dejarlo porque gano bien?

Nota: El coaching logoterapéutico o existencial, puede ser una alternativa útil para descubrir sentido.  Como psicóloga y coach, mi misión es orientar a personas como tú, a conectarse con su propio propósito. Si te gustaría que conversáramos, contáctame.