Adriana Gómez Fonnegra 

“Si quieres más dinero, genera más riqueza”

Borja Vilaseca 

El éxito profesional, comúnmente está relacionado con cumplir metas y lograr un desempeño destacado en nuestro trabajo o carrera, llevando a que con frecuencia nos enfoquemos en implementar estrategias para mejorar nuestra productividad, el nivel de ingresos y el rango de nuestro cargo dentro de una organización.

Sin embargo, hablar de éxito profesional, puede ser amplio y subjetivo y dependerá de cada persona y contexto, de las distintas visiones de la vida, del trabajo y del sentido que tenga para cada persona, el ejercicio de su labor. Es por esta razón que se vuelve muy importante, encontrar la definición de nuestro propio concepto de éxito, para que podamos dirigirnos a alcanzar esa versión que nos identifica y nos da coherencia con lo que somos.

Y es que es justamente en eso, en lo que somos, donde debería empezar a construirse el significado de éxito profesional, de tal manera que el hacer un trabajo o desempeñar una profesión, se convierta en el reflejo de nuestra identidad, motivaciones, gustos, talentos y aportes. Si empezamos a definirlo desde el “ser” más allá del “tener”, el reconocimiento, el poder, los bienes, la remuneración, el estatus, el crecimiento y todos los conceptos con los que se relaciona, llegarán como consecuencia de la conexión con nuestra identidad y dejarán de ser, un fin en sí mismo. 

¿Qué se vuelve entonces importante a la hora de definir y alcanzar nuestro éxito profesional? Te lo cuento en siete pasos. 

LOS PASOS PARA EL ÉXITO PROFESIONAL

El autoconocimiento es el motor del éxito del siglo XXI. El mercado, hoy requiere de profesionales que además de sus saberes y experiencia, pongan sus capacidades humanas (creatividad, imaginación, pasión, comunicación, propósito) al servicio de la función que realizan y para esto, tienen que conocerse. 

Los profesionales más exitosos son aquellos que tienen claro para donde van, que trabajan todos los días para construir el camino en esa dirección, que encuentran sentido en lo que hacen y generan un valor consciente e intencionado, que sobrepasa sus títulos y logros laborales. Lo indispensable entonces, es saber quién eres y para qué haces lo que haces, definiendo: 

  1. Qué te gusta: Cuáles son esas cosas que te motivan en la vida, a nivel laboral y en el trabajo que tienes hoy en día. Es fundamental conectar con algo que disfrutes hacer y que pueda materializarse a través de tu oficio, ya sea propiamente desde el rol que ejerces o a través de los medios que te proporciona.
  1. Qué se te da bien: Es indispensable tener claras tus habilidades, tus talentos, aquellos recursos en los que puedes apalancarte para generar valor. Parece obvio e intuitivo, pero muchas veces nos cuesta reconocer nuestras propias destrezas. 
  1. Cuál es el problema que quisieras ayudar a resolver:  Se trata de tener claro aquello en lo que quieres aportar, en lo que puedes contribuir desde tus habilidades, tus gustos, tus conocimientos y experiencia. Tener claro el aporte, le da sentido al trabajo, lo llena de trascendencia y utilidad. 
  1. Qué quieres seguir aprendiendo: Consiste en seguir alimentando tu formación, tus conocimientos, tu integralidad profesional. Se trata de capitalizar lo que sabes, tu experiencia, tus herramientas, no con el fin de obtener credenciales, sino con una intención y un para qué claro, más allá de los títulos. 
  1. A quién le vas a generar el aporte: Nuestros roles profesionales tienen un alcance y es importante definir a quienes impactamos con nuestra labor. Entre más claro tengas a quién te diriges, podrás generar más influencia y valor.  
  1. Cuál es tu propuesta de valor:  Para tener éxito se vuelve indispensable,contar con la seguridad de lo que generas, lo que entregas, lo que haces distinto y el modo en el que ejerces tu profesión, ya que es eso lo que te da un sello único y personal. 
  1. Posicionamiento en el mercado digital: Hoy en día se vuelve indispensable saber comunicar tu marca personal, factor diferencial y ADN profesional, desde los retos que nos plantea el avance de la tecnología.  

Es de esta manera que un profesional exitoso se vuelve una persona proactiva y no reactiva dentro de su entorno laboral, construye su propia definición de éxito a partir de su identidad y actúa y decide con conciencia y sentido, desde los condicionamientos de su realidad presente y hacia el proyecto laboral que quiere construir en el futuro. Es una persona que no solo “tiene”, sino que primero “es”, y que refleja en su “hacer” sus valores personales, su proyecto laboral y su propósito de vida. 

Él éxito hoy en día, lo tiene quien aporta, quien construye su marca personal desde la autenticidad, la honestidad, la generosidad y la integridad. Es para quien decide hacer algo, con las cartas que tiene en el presente. 

¿Qué estás esperando para alcanzar tu éxito profesional? ¡Contáctame!

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